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Hechizo de Sanación: Sana desde el Corazón

 

A lo largo de la vida, todas llevamos heridas: físicas, emocionales o del alma. Sanar es parte del camino, y aunque a veces parezca difícil, la Madre Tierra nos recuerda que la capacidad de curarnos está en nosotras. Es un poder sagrado, profundo y transformador. Cada vez que sanas una parte de ti, te haces más fuerte, más sabia… y más capaz de acompañar a otros en su propio proceso.

Este hechizo es un ritual amoroso de conexión, intención y autocuidado.

Lo que vas a necesitar:

  • 1 cucharada de milenrama

  • 1 cucharada de reina de los prados

  • 1 cucharada de manzanilla

  • Un cuadrado de tela de algodón (13 cm aprox.) en color azul o blanco, también puede ser un pañuelo blanco

  • Una cinta azul

Paso a paso: cómo realizar tu hechizo de sanación

1. Entra en sintonía contigo misma.
Cierra los ojos, respira profundo y fija tu intención: quiero comenzar a sanar. No importa si se trata de una herida en el cuerpo, en la mente o en el alma. Reconoce tu necesidad de cuidado y date permiso para recibirlo.

2. Conecta con las plantas.
Toma un momento para sostener las hierbas entre tus manos. Háblales con el corazón: pídeles que te acompañen con sus dones curativos y agradéceles por su presencia en tu camino.

hierbas para hechizo de sanación

3. Prepara tu amuleto.
Coloca las hierbas en el centro de la tela, como si estuvieras armando un pequeño saquito. Ciérralo con la cinta azul, haciendo tres nudos, cada uno con intención y cariño.

4. Canta el conjuro mientras trabajas:


«Sentir, sentir, sentir,
es amor, amor, amor, lo que me hace sanar,
sanar, sanar…
Cada pena vivida es la fuerza que me guía.»

5. Activa la energía sanadora.
Imagina que la energía de la Madre Tierra sube por tus pies, recorre tu cuerpo y fluye hacia el saquito, cargándolo con luz, calor y vida.

6. Aplícalo con amor.
Llévate el saquito al corazón o a cualquier parte de tu cuerpo o espíritu que sientas herida. Respira profundamente, relájate, siente cómo las plantas trabajan contigo. Déjate envolver por su energía suave y reconfortante.

7. Declara en voz alta:
«El hechizo de sanación está hecho.
Mi proceso ha comenzado.»

Después del ritual…

Sé paciente. La sanación es un viaje, no una meta rápida. Trátate con ternura y escúchate. Si necesitas repetir el ritual, hazlo. También puedes simplemente cantar el conjuro cuando sientas que lo necesitas.

Y si en algún momento lo consideras, no dudes en buscar apoyo médico. Cuidarse es también saber cuándo pedir ayuda.

Cuando te sientas lista, devuelve las hierbas a la tierra con gratitud. Ella sabrá recibirlas y renovar su ciclo.

Recuerda: tú eres medicina. Cada paso hacia tu sanación es un acto de amor propio

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